Del fin del libro, los periódicos y otras "malas ideas" ...(2)
Continuando sobre la nota anterior, algunas cosas más que decir:
Primero, en la misma guisa del vídeo de EPIC 2015 agregado en la entrada anterior se encuentra este, llamado PROMETHEUS y producido por Casaleggio Assocati en el cual se va a alturas más radicales en lo que significa el futuro de la red:
Segundo, en estas épocas, sancionar la muerte del libro -y con esta, en cierto modo, la de la literatura "vertical"- no podría ser más apropiado, tal como se puede leer en la siguiente cita de una entrevista al escritor italiano Alessandro Baricco:
Irónicamente, esta forma de absorber y liar con la información (en red en vez de en secuencia, en horizontal y oblicuo en vez de vertical, relacionando por metáfora en lugar de por inferencia) es la propia de la estructura de la Web, en la que es el propio inconsciente, proyectando sobre los enlaces, el que traza un camino de saberes a la medida de cada cual, creando discursos en los que se entremezclan disciplinas, creencias y creaciones diversas aparentemente únicas -o quizá- y que nos lleva a "culturas" en las que no existen certezas sino convenciones y no acuerdos sino puntos en común, siendo las redes sociales como facebook el mejor ejemplo de ello. Sin embargo, al parecer, según este artículo, no somos tan únicos como queremos creer y, en un cambio inusitado de tendencia, nunca antes "vivir el sueño" ha sido tan cercano a "fabricar el sueño" (es decir, a crearlo no en lo cotidiano, sino en su extensión virtual) como a "vivir el sueño" (que es el construirlo desde la carne y la sangre, es decir a la antigüita)
Una implicación de eso es que al final, terminamos volviéndonos adictos a los objetos y símbolos que "en teoría" debían liberarnos de nuestras dependencias, y con ello, suprimimos la conciencia y postergamos cualquier decisión de carácter ético o reflexivo, siguiendo la línea de pensamiento de esta columna de César Hildebrandt de la cual cito:
¿No sería en este caso que al hacer esto estamos otra vez escapando de la soledad y el desamparo individual del que hablaba Fromm? ¿Que al hacernos virtualmente visibles pretendemos trascender de algún modo y no dar a entender que en el fondo de la conciencia la soledad acecha implacable? ¿Qué no somos tan diferentes como pretendemos? ¿o que al pretender solucionar nuestros problemas recurriendo sólo a adquirir tecnología nos estamos perdiendo de algo del panorama? ¿o es que pretendemos al final, sólo mirarnos al ombligo y pretender que el mundo está allí?
Cito otra vez, a mi pesar, a Hildebrandt:
Cuando Marshall McLuhan afirmó, con desparpajo, que "el medio es el mensaje" se refería a que somos influenciados tanto por nuestro ambiente como por nuestra forma de transmitir el contenido de lo que comunicamos a otras personas, así, la Internet ha posibilitado la creación de una enorme cantidad de contenido ¿pero cuánto de este tiene significado y relevancia? ¿hay alguna forma de responder la pregunta anterior que no implique una apelación a alguna autoridad o a las mismas redes sociales que generan contenido? No lo sé.
Lo que puedo decir es que no podemos rehuir nuestra responsabilidad frente a la cacofonía cotidiana, al final, me gustaría creer, el contenido dirá.
Finalmente, un video de TED en el que, a pesar de la casi inevitable muerte de los periódicos, el diseñador Jacek Utko afirma que, con un mejor diseño, se pueden vender -aun- más periódicos.
literatura, comunicacion, blogs, cultura
literatura, comunicacion, blogs, cultura
Primero, en la misma guisa del vídeo de EPIC 2015 agregado en la entrada anterior se encuentra este, llamado PROMETHEUS y producido por Casaleggio Assocati en el cual se va a alturas más radicales en lo que significa el futuro de la red:
Segundo, en estas épocas, sancionar la muerte del libro -y con esta, en cierto modo, la de la literatura "vertical"- no podría ser más apropiado, tal como se puede leer en la siguiente cita de una entrevista al escritor italiano Alessandro Baricco:
"Allá en los noventa, el mundo todavía era sólido, algo que te esforzabas en comprender: había que concentrarse, trabajar, mejorar para lograr captar las cosas (...) Para relacionarse con el mundo profundizabas en él: hoy sólo navegas sobre él (...) Ya no. Han ganado los bárbaros y ya no se cerca [cercare (en italiano, buscar), "dar vueltas a un asunto hasta profundizar en él y encontar la salida, la respuesta, la solución", aclara Baricco] ni en la vida ni en la ciencia, sino que se surfea en la experiencia de la realidad (...) Ha cambiado el modo de saber: hoy la sabiduría es desplazarse sobre la superficie de los asuntos sin fatiga, pero con habilidad, navegando como en internet. Te mueves por la superficie del saber y de la vida, cambiando de un tema a otro, pero sin ninguna necesidad ni ganas de profundizar (...).
......
Para los pensadores de mi generación, el surfing sería mera imbecilidad, pero hoy es la forma suprema de sabiduría: han triunfado los bárbaros. Profundizar en algo es pesado y aburrido, engorrosa manía de viejos".
Irónicamente, esta forma de absorber y liar con la información (en red en vez de en secuencia, en horizontal y oblicuo en vez de vertical, relacionando por metáfora en lugar de por inferencia) es la propia de la estructura de la Web, en la que es el propio inconsciente, proyectando sobre los enlaces, el que traza un camino de saberes a la medida de cada cual, creando discursos en los que se entremezclan disciplinas, creencias y creaciones diversas aparentemente únicas -o quizá- y que nos lleva a "culturas" en las que no existen certezas sino convenciones y no acuerdos sino puntos en común, siendo las redes sociales como facebook el mejor ejemplo de ello. Sin embargo, al parecer, según este artículo, no somos tan únicos como queremos creer y, en un cambio inusitado de tendencia, nunca antes "vivir el sueño" ha sido tan cercano a "fabricar el sueño" (es decir, a crearlo no en lo cotidiano, sino en su extensión virtual) como a "vivir el sueño" (que es el construirlo desde la carne y la sangre, es decir a la antigüita)
Una implicación de eso es que al final, terminamos volviéndonos adictos a los objetos y símbolos que "en teoría" debían liberarnos de nuestras dependencias, y con ello, suprimimos la conciencia y postergamos cualquier decisión de carácter ético o reflexivo, siguiendo la línea de pensamiento de esta columna de César Hildebrandt de la cual cito:
Si la vida es no sólo una extensión de la instalación eléctrica sino también una caminata por los blogs, un asomarse a la ventana de Facebook, un avatar que vive por ti, un BlackBerry dominante, un iPod que te calienta la oreja, una Mac que te seduce, un Hi5 que te exonera de visitar a los amigos, entonces, modestamente, ¿en qué momento se va uno a ninguna parte para pensar en nadie?
¿Y en qué momento coge uno un artefacto de esos, con letras impresas en papel, y se pone a leer lo que nazca de los forros?
¿Y qué día será el reservado para sentarse a la sombra de un árbol a pensar en el mundo que hemos creado? ¿O debí decir sentarse bajo un árbol y sentirse mago, cualquier cosa, niño otra vez, ausente para todo lo que huela a tóner y oficina?
¿No sería en este caso que al hacer esto estamos otra vez escapando de la soledad y el desamparo individual del que hablaba Fromm? ¿Que al hacernos virtualmente visibles pretendemos trascender de algún modo y no dar a entender que en el fondo de la conciencia la soledad acecha implacable? ¿Qué no somos tan diferentes como pretendemos? ¿o que al pretender solucionar nuestros problemas recurriendo sólo a adquirir tecnología nos estamos perdiendo de algo del panorama? ¿o es que pretendemos al final, sólo mirarnos al ombligo y pretender que el mundo está allí?
Cito otra vez, a mi pesar, a Hildebrandt:
He recibido mi dosis de periodismo nuevo, de bloguismo ombliguista, de posmodernidad (...) La entrevista sin preguntas. El neorrealismo catatónico. Saussure asesinado. Todos los evangelios por el suelo. Una auténtica revolución de la comunicación. La naturalidad agradable que ya no busca nada (ni siquiera la decepción). La masacre de las utopías. ¡Puta madre!
Cuando Marshall McLuhan afirmó, con desparpajo, que "el medio es el mensaje" se refería a que somos influenciados tanto por nuestro ambiente como por nuestra forma de transmitir el contenido de lo que comunicamos a otras personas, así, la Internet ha posibilitado la creación de una enorme cantidad de contenido ¿pero cuánto de este tiene significado y relevancia? ¿hay alguna forma de responder la pregunta anterior que no implique una apelación a alguna autoridad o a las mismas redes sociales que generan contenido? No lo sé.
Lo que puedo decir es que no podemos rehuir nuestra responsabilidad frente a la cacofonía cotidiana, al final, me gustaría creer, el contenido dirá.
Finalmente, un video de TED en el que, a pesar de la casi inevitable muerte de los periódicos, el diseñador Jacek Utko afirma que, con un mejor diseño, se pueden vender -aun- más periódicos.
literatura, comunicacion, blogs, cultura
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