¿El Perícalipsis Anunciado?
Perícalipsis es un neologismo, una palabra inventada como parte de la creación ensayística del maestro Stanislaw Lem, en su libro Vacío Perfecto (por acá una reseña escrita hace tiempo) cuyo origen se puede resumir en el siguiente argumento: el final del camino ha llegado, por lo tanto queda poco por hacer y es más, cualquier intento por avanzar es en realidad sólo una repetición, una ofensa que debe ser contestada y eliminada.
Este argumento, válido para una tradición cultural en declive (como, entre otros, Bradbury prefigura en Farenheit 451) puede aplicarse también a un sistema de cosas en el que nuestro margen de acción, osea, nuestra capacidad para cambiar algo de lo que estaba pasando, de hacer una diferencia, ya se ha ido y no nos queda más que liar con la situación, compleja y desesperante, del mejor modo que se pueda y liando con lo poco que esto significa.
En más de un sentido se puede aplicar lo anteriormente mencionado a la situación de deterioro ambiental en que se encuentra actualmente el planeta y que al parecer, continúa agravándose.
Es en este sentido que una lectura del más reciente libro del Autor de la Teoría Gaia, James Lovelock, produce un profundo sentido de alerta.
El texto, breve pero muy sustancioso, es un testimonio tanto de la trayectoria de investigador del autor como de sus particulares preocupaciones y pareceres sobre la salud de la biosfera resaltando en particular el Leit motiv del Enfoque Gaia: La Tierra es un sistema vivo cuyo principal afán es el mantener la vida. Esto es, la Tierra mantiene niveles de ajuste estructural y realimentación en diferentes niveles que mantienen el clima (temperaturas, composición del aire y suelo, precipitaciones, etc.) apto para la vida y capaz de adaptarse dentro de ciertos márgenes a los cambios en su entorno.
Y luego, llega la disrupción, el ser humano, en medio de un período de transición cálida (interglaciar) aparece el ser humano y comienza su labor de crecimiento acelerado, población y aprovechamiento de los recursos naturales, llegando al punto en que nos encontramos ahora, afectando directamente el clima del planeta y, en nombre de la búsqueda del bienestar, devorándolo hasta el punto en que, probablemente, entremos a una espiral irreversible de calentamiento que convertirá en un ardiente desierto la mayor parte del planeta, dejando apenas algunos espacios cerca a los polos donde algunos cuantos millones de humanos sobrevivientes podrán continuar con la civilización -o intentarlo-.
Ante la descripción de un panorama tan sombrío, cabe preguntarnos ¿qué tan ciertas son las afirmaciones que hace Lovelock? y la respuesta probable es "mucho" La proporción de dióxido de Cárbono en la atmósfera continúa aumentando en la medida que países como China e India avanzan en su desarrollo económico, no hemos avanzado lo suficiente en el desarrollo de fuentes de energía alternativas al Carbón y el Petróleo, el Gas Natural, que podría serlo, causa por sus fugas o por combustión incompleta daños ambientales comparables al petróleo, la energía eólica es poco confiable e intermitente, lo mismo que la energía solar o de marea ¿qué queda entonces?
Según Lovelock, la opción es unívoca, la Energía Nuclear.
¿Por qué? Esencialmente por falta de una mejor alternativa, dado que la Tecnología de Reactores Nucleares de Fisión ya es bastante madura y relativamente confiable y que estamos cerca de ser capaces de crear reactores de fusión de Hidrógeno (claro, si se invierte lo suficiente, de hecho, ya se ha estado hablando de un Renacimiento Nuclear) que permitan un suministro energético esencialmente ilimitado y bastante más confiable que la actual tecnología de Fisión. Pero el invertir en otras alternativas como la eólica puede ser contraproducente, especialmente en el caso de los biocombustibles.
Entretanto ¿qué podemos hacer? Nos corresponde prepararnos, según el autor, no para un desarrollo sostenible, concepto en boga desde hace ya bastante tiempo, sino para una Retirada Sostenible, esto es, detener la expoliación desmedida del planeta y llegar a una especie de armisticio con él que nos permita vivir sosteniblemente y mantener la civilización. Muchas decisiones importantes quedan delante y tendremos que asumir grandes responsabilidades si queremos que este mundo que llamamos hogar perdure.
Las afirmaciones de Lovelock, sin embargo, no son incontrovertibles, en una nota posterior, agregaré algunos comentarios contrastantes.
ecologia, economia, calentamiento global
ecologia, economia, calentamiento global
Este argumento, válido para una tradición cultural en declive (como, entre otros, Bradbury prefigura en Farenheit 451) puede aplicarse también a un sistema de cosas en el que nuestro margen de acción, osea, nuestra capacidad para cambiar algo de lo que estaba pasando, de hacer una diferencia, ya se ha ido y no nos queda más que liar con la situación, compleja y desesperante, del mejor modo que se pueda y liando con lo poco que esto significa.
En más de un sentido se puede aplicar lo anteriormente mencionado a la situación de deterioro ambiental en que se encuentra actualmente el planeta y que al parecer, continúa agravándose.
Es en este sentido que una lectura del más reciente libro del Autor de la Teoría Gaia, James Lovelock, produce un profundo sentido de alerta.
El texto, breve pero muy sustancioso, es un testimonio tanto de la trayectoria de investigador del autor como de sus particulares preocupaciones y pareceres sobre la salud de la biosfera resaltando en particular el Leit motiv del Enfoque Gaia: La Tierra es un sistema vivo cuyo principal afán es el mantener la vida. Esto es, la Tierra mantiene niveles de ajuste estructural y realimentación en diferentes niveles que mantienen el clima (temperaturas, composición del aire y suelo, precipitaciones, etc.) apto para la vida y capaz de adaptarse dentro de ciertos márgenes a los cambios en su entorno.
Y luego, llega la disrupción, el ser humano, en medio de un período de transición cálida (interglaciar) aparece el ser humano y comienza su labor de crecimiento acelerado, población y aprovechamiento de los recursos naturales, llegando al punto en que nos encontramos ahora, afectando directamente el clima del planeta y, en nombre de la búsqueda del bienestar, devorándolo hasta el punto en que, probablemente, entremos a una espiral irreversible de calentamiento que convertirá en un ardiente desierto la mayor parte del planeta, dejando apenas algunos espacios cerca a los polos donde algunos cuantos millones de humanos sobrevivientes podrán continuar con la civilización -o intentarlo-.
Ante la descripción de un panorama tan sombrío, cabe preguntarnos ¿qué tan ciertas son las afirmaciones que hace Lovelock? y la respuesta probable es "mucho" La proporción de dióxido de Cárbono en la atmósfera continúa aumentando en la medida que países como China e India avanzan en su desarrollo económico, no hemos avanzado lo suficiente en el desarrollo de fuentes de energía alternativas al Carbón y el Petróleo, el Gas Natural, que podría serlo, causa por sus fugas o por combustión incompleta daños ambientales comparables al petróleo, la energía eólica es poco confiable e intermitente, lo mismo que la energía solar o de marea ¿qué queda entonces?
Según Lovelock, la opción es unívoca, la Energía Nuclear.
¿Por qué? Esencialmente por falta de una mejor alternativa, dado que la Tecnología de Reactores Nucleares de Fisión ya es bastante madura y relativamente confiable y que estamos cerca de ser capaces de crear reactores de fusión de Hidrógeno (claro, si se invierte lo suficiente, de hecho, ya se ha estado hablando de un Renacimiento Nuclear) que permitan un suministro energético esencialmente ilimitado y bastante más confiable que la actual tecnología de Fisión. Pero el invertir en otras alternativas como la eólica puede ser contraproducente, especialmente en el caso de los biocombustibles.
Entretanto ¿qué podemos hacer? Nos corresponde prepararnos, según el autor, no para un desarrollo sostenible, concepto en boga desde hace ya bastante tiempo, sino para una Retirada Sostenible, esto es, detener la expoliación desmedida del planeta y llegar a una especie de armisticio con él que nos permita vivir sosteniblemente y mantener la civilización. Muchas decisiones importantes quedan delante y tendremos que asumir grandes responsabilidades si queremos que este mundo que llamamos hogar perdure.
Las afirmaciones de Lovelock, sin embargo, no son incontrovertibles, en una nota posterior, agregaré algunos comentarios contrastantes.
ecologia, economia, calentamiento global
ecologia, economia, calentamiento global
2 comentarios:
Sir Isaac, eso del renacimiento nuclear suena tentador. Cuentenos más.
Isaac
Interesante la reflexion, te invito a que le añdas un poco mas de profundidad a lo que nos pasaria por aca y nos envies tus reflexiones para el prxoximo V25.
Victor
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