Sobre el aborto: deontolgía vs. teleología

Imagen: ethical dilemma, de Theilr

El tema de la despenalización del aborto en el Perú ha agitado las aguas de todos los sectores con la misma fuerza de un Huracán y la blogósfera no es la excepción, para muestra, la excelente cobertura que Juan Arellano ha hecho en Globalizado sobre el tema y, tal como se puede leer allí, el debate es complejo, apasionado y con posiciones fuertes e irreconciliables tanto para los pro-vida o los pro-elección.

Más allá de argumentaciones de tipo legalista o de carácter científico o teológico, me gustaría referirme a los aspectos éticos relacionados a una problemática tan compleja, desde los dos puntos de vista que esta nos ofrece: la deontología y la teleología.

Como podemos leer en Wikipedia la Deontología se define como la posición ética que sostiene que el conocimiento ético existe a priori de las decisiones y que bien las aprueba o rechaza en función de parámetros o leyes de cumplimiento debido.

Aplicando este concepto al problema en cuestión podríamos decir que todas las posiciones pro-vida son necesariamente, deontológicas, asumiendo desde luego, que la preeminencia de la vida como valor supremo sea aceptada y su mantenimiento un deber. Entonces, el aborto es una mala acción desde todo punto de vista, ya que priva de la oportunidad de vivir a un ser humano (uno podría llegar a preguntarse íntimamente: pude haber sido yo) y nada que hacer, sin atenuante ni punto de vista contrapuesto alguno, ahora, podemos reconocer parte de la influencia histórica de la Iglesia en ello (desde que en el génesis se lee: Creced y multiplicaros sobre la Tierra) pero eso no cambia la cuestión.

Por lo tanto, para hacer aceptable la idea del aborto en alguna condición, tendríamos que tomar, necesariamente una postura teleológica, lo que significa que la definición que podemos hacer de un juicio como "bueno" o "malo" depende exclusivamente de la finalidad de tal acción.

Entonces, si aplicamos este enfoque a las tres acepciones que están en discusión podríamos decir lo siguiente:

1. En el caso del aborto necesario por riesgo de vida de la madre, la finalidad es la preservación de la vida existente y el intercambio es vida por vida, no hay conflicto alguno aquí.
2. En el caso del aborto eugenésico (por malformaciones del feto,etc.) el conflicto radica en como determinar el riesgo para la madre, pero se podría inferir que la finalidad no es sólo la vida y su preservación, sino la calidad de vida tanto de la madre como del potencial ser humano, siendo así, sólo podría ser aceptable un aborto en circunstancias que perjudiquen tal propósito, para lo cual se necesita un método de comprobación de tal riesgo y un criterio a seguir (¿un feto con trisomía del par 21 o "Síndrome de Down" califica para un aborto eugenésico? atentos con lo que se gana y/o pierde en un juicio así)
3. En el caso del aborto por Violación, tendríamos que apelar a la calidad de la vida de la madre como finalidad, además de la necesaria consideración de la causa del fenómeno, en ateo: La concepción no es resultado de la libre voluntad de la mujer, sino de una imposición violenta de parte de otra persona, siendo así, es aceptable para el bienestar de esta si así lo solicita (una contraargumentación al respecto puede decir ¿y qué le impide mentir y decir que es una violación con tal de librarse de la carga? y la única respuesta posible a ello es: finalmente, no es sólo potestad de la mujer, sino su responsabilidad, con todo lo que ello implica)

No hay una respuesta fácil ni unívoca a este problema, por lo que, me parece, debería llegarse a algún tipo de acuerdo social al respecto, cosa que a mi entender, me parece poco probable en estos tiempos.

Y a manera de finalización de este comentario, me parece que las opciones de conducta que permanecen en el tiempo no son las que restringen, sino las que dan opciones (el aborto, delito o no, ya es un problema real y palpable, afectando a mucha gente) por lo tanto, cerrarnos en la defensa de una posición a ultranza es sólo, en cierto modo, cerrar los ojos a la realidad.

ética, aborto, polémica, reflexiones
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