La pornografía del Horror
El siguiente Artículo, escrito por el autor de origen Tunecino Abdelwahab Meddeb ha sido publicado tanto en el Frankfurter Rudschau (en Alemán) como en Le Monde (en francés) esta versión la traduzco a partir de otra traducción que se encuentra en esta dirección
Tristes días han marcado esta transición de un año al siguiente. Esta tristeza emana de los eventos en Gaza, el cual ilustra el aspecto menos glorioso de la humanidad. Aquí el horror de la raza humano aparece en su total desnudez.
El horror de aquellos que se presentan como víctimas de una manera intolerable.
El horror de aquellos que llevan a cabo una guerra electrónica abstracta para preservarse a sí mismos de la culpa sobre las muertes que infligen.
El horror de esta guerra que, precisa como es en determinar sus blancos, nunca logra evitar matar niños e inocentes.
El horror de Hamas el cual ha multiplicado sus provocaciones, interrumpiendo el cese al fuego disparando fastidiosos, inútiles e infinitesimalmente fastidiosos mísiles y que fallaron en prepararse para la terrible respuesta que sabía que vendría. El mismo día del inicio del ataque Israelí. Una escuela de policía de Hamas celebraba la graduación de ciento cincuenta nuevos reclutas, ofreciendo al enemigo un objetivo amplio. Sesenta de estos reclutas fueron asesinados en los ataques aéreos.
El horror de Israel que usa el pretexto de los risibles ataques palestinos para montar una feroz respuesta punitiva, confiando exageradamente en la alta tecnología para destruir a un enemigo usando medios arcaicos. Uso intencionalmente las palabras risible, fútil, arcaico, infinitesimalmente fastidios, porque una mirada a las estadísticas es suficiente para ver que esas palabras están justificadas. Los miles de mísiles lanzados a Israel por Hamas en Gaza en los años recientes han matado sino a una docena de personas y herido a otra docena.
Yo mismo estoy contaminado por el horror, usando argumentos derivados de un macabro conteo de cadáveres.
El horror del discurso de Hassan Nasrallah, quien condena a Egipto por no dejar abierto el pasaje de Rafah aunque esto haría al Sinaí un refugio palestino y ampliaría el campo de batalla.
El horror del mismo Nasrallah en sus reiteradas alocuciones a los combatientes de Hamas desde el inicio del conflicto terrestre a matar a la mayor cantidad de soldados Israelíes posible y así obtener otra "victoria divina", en cada aspecto tan falsa como su propia "victoria" durante la guerra que arrasó el Líbano en el verano del 2006, la cual también nombró "divina".
El horror de Egipto que invoca la legalidad para velar su apatía: El acuerdo internacional estipula que las personas sólo pueden cruzar el puesto fronterizo en Rafah si es controlado por la Autoridad Palestina con los representantes de la Unión Europea y con el consentimiento de Israel. Pero después de su golpe de estado Hamas expulsó a la Autoridad Palestina de Gaza, causando que la Unión Europea retirase a sus oficiales.
El horror de ciertos estados Árabes: Egipto, Arabia Saudí y los Emiratos, que se superan el uno al otro en enviar equipos médicos a Rafah, distribuyéndose a los heridos entre ellos para compensar por su impotencia y calmar sus conciencias a un bajo costo.
El horror de la escandalosa Fatwa invocada por los auto-proclamados doctores de la ley que privaron al oficial egipcio matado por balas palestinas en Rafah del status de mártir.
El horror de la manera en la cual Egipto celebra a su profanada víctima vistiendo sus restos en la sagrada mortaja de un mártir.
El horror del retrasado debate en la noción del shahid, o mártir. El mundo Árabe e Islámico participa en este debate, cuando de hecho hay muertos y heridos de guerra. No son sacrificios de Dios sino víctimas de los hombres, de sus mediocres e incompetentes líderes que ignoran las más rudimentarias técnicas de la guerra y la política.
El horror encendido por la cadenas de Televisión Árabes (en particular Al-Jazeera) el cual hace un complaciente zoom en rostros sangrientos y desfiguradas que están algunas veces contraídos de dolor y otras inertes. Estas imágenes se suceden una a la otra de acuerdo a la mórbida lógica edición diseñada para excitar a la opinión Árabe, la cual es desconsolada en su identificación con los palestinos. Al recurrir a sentimentalismos, tales medios evitan el análisis político y estratégico el cual debería mostrar que mucho del problema se origina de Hamas, de su golpe de estado, su mezcla de religión y política, su voluntad de mostrarse como una víctima expiatoria, la dramatización involuntaria de su incompetencia política y militar y su imprudencia en exponer a sus tropas y gente a la muerte. Hamas usa el culto al mártir para pasa esta muerte como legítima, disfrazándola de instrumento de conquista. Al hacerlo oscurecen el horizonte de modernidad política construida en base a la cooperación y en concesiones que favorecen la cooperación, si no la reconciliación.
El horror del martirio fue más terriblemente ilustrado por la decisión del líder de Hamas Nizar Rayyan de quedarse en casa con sus cuatro esposas y once hijos aunque había sido informado que su residencia figuraba entre los cientos de objetivos listados por las fuerzas israelíes de defensa. A pesar de saber esto, decidió exponerse a sí mismo y a su familia al martirio colectivo. Su casa fue volada por los terribles misiles que, después de volar en una trayectoria horizontal, giraron en ángulo recto y se enterraron a treinta pies debajo de la superficie de la tierra donde estallaron, pulverizando todo a su alrededor.
El horror de Mahmund az-Zahar, uno de los líderes militares de Hamas, prometiendo la "victoria" en las batallas callejeras en el tercer día de la ofensiva terrestre. Esta victoria que, en sus palabras "vendrá con el permiso de Dios" (bi-izhni 'llah), no vendrá en modo alguno, porque el Dios al que invoca no puede ser convocado. El no se presentará, tal como no estuvo presente en los peores desastres que confundieron a aquellos que creyeron que estaría, independientemente de su religión. Ellos deberían Saber que un Dios así nunca haría nada más de lo que los hombres hacen. Será conspicuo por su ausencia, así que aquellos que lo adoren pueden medirse a sí mismos contra la ordalía y la duda a la cual se someten por la intensidad de su fe.
El horror del culto de la Tecnología, Simétrico al culto del mártir, ilustrado por la satisfecha sonrisa de Tzipi Livni en el Palacio del Elíseo al lado del Presidente Nicolás Sarkozy y su colega Bernard Kouchner, una sonrisa de política de sociedad mientras niños y mujeres morían bajo bombas de alta precisión. La Sra. Livni usó la oportunidad para declarar que no había necesidad de aceptar el "cese al fuego humanitario" propuesto por sus anfitriones.
Y aun otro horror se carga sobre Tzipi Livni, quien durante la ofensiva terrestre de su ejercito afirmó que era imposible incurrir en víctimas civiles porque los milicianos de Hamas se mueven libremente entre el populacho.
Tales horrores se agregan al Horror de Hamas que toma a la población de rehén haciéndola lo que -en referencia a la jihad o "guerra santa"- llama "recurriendo al escudo humano".
El horror por el cual la prensa Israelí no hace nada para mitigar, criticando por adelantado la inefectividad de esta guerra y comparándola con la guerra de Líbano contra Hezbollah. Ciertos columnistas piensan que de hecho, esta guerra no logrará su objetivo (deslegitimar si no debilitar a Hamas). Es cierto que se requiere otra clase de guerra para derrotar a Hamas, una guerra de ideas y de confrontación ideológica que -¡lástima! - difícilmente se ha iniciado y que está lejos de ser ganada.
El horror de la declaración checa en nombre de la Unión Europea afirmando que Israel está defendiéndose legítimamente y así absolviéndolo de crímenes de guerra ¿Qué decir de los 256 niños muertos entre los 850 palestinos ya fallecidos después de dos semanas de lucha?
Un horror adicional a señalar al Presidente G. W. Bush (quizás el último en sus ocho años en el cargo) quien reiteró que Israel tiene el derecho a "protegerse a sí mismo" removiéndolo así de la sospecha.
Tales eventos actualizan el grito que Joseph Conrad puso en la boca de su criatura Kurtz, con el cual "El Corazón de la Oscuridad" finaliza: "¡El horror! ¡El horror!" Ciertamente. lo que los humanos han tenido en común en los imperios coloniales y en la era de la globalización, desde el tiempo del siglo 19 a la primera década del 21, es en primer lugar sobre todo, el horror.
Tal muestra de horror es pornográfica, coronando a Thanatos y deponiendo a Eros y privilegiando el principio de muerte sobre el amor a la vida, suspendiendo la renuncia y la reserva que hacen a la civilización lo que es y acelerando la llegada de una barbaridad destructiva e instintiva que, en el dar primacía a la violencia, esparce la muerte y transforma áreas pobladas en ruinas y cementerios.
Interesante y lúcido artículo que se aparta de cualquier simpleza o parcialidad, aquí otras opiniones:
Blogalaxia:gaza, guerra, horror, palestina, política
Technorati:gaza, guerra, horror, palestina, política
La Pornografía del Horror
Tristes días han marcado esta transición de un año al siguiente. Esta tristeza emana de los eventos en Gaza, el cual ilustra el aspecto menos glorioso de la humanidad. Aquí el horror de la raza humano aparece en su total desnudez.
El horror de aquellos que se presentan como víctimas de una manera intolerable.
El horror de aquellos que llevan a cabo una guerra electrónica abstracta para preservarse a sí mismos de la culpa sobre las muertes que infligen.
El horror de esta guerra que, precisa como es en determinar sus blancos, nunca logra evitar matar niños e inocentes.
El horror de Hamas el cual ha multiplicado sus provocaciones, interrumpiendo el cese al fuego disparando fastidiosos, inútiles e infinitesimalmente fastidiosos mísiles y que fallaron en prepararse para la terrible respuesta que sabía que vendría. El mismo día del inicio del ataque Israelí. Una escuela de policía de Hamas celebraba la graduación de ciento cincuenta nuevos reclutas, ofreciendo al enemigo un objetivo amplio. Sesenta de estos reclutas fueron asesinados en los ataques aéreos.
El horror de Israel que usa el pretexto de los risibles ataques palestinos para montar una feroz respuesta punitiva, confiando exageradamente en la alta tecnología para destruir a un enemigo usando medios arcaicos. Uso intencionalmente las palabras risible, fútil, arcaico, infinitesimalmente fastidios, porque una mirada a las estadísticas es suficiente para ver que esas palabras están justificadas. Los miles de mísiles lanzados a Israel por Hamas en Gaza en los años recientes han matado sino a una docena de personas y herido a otra docena.
Yo mismo estoy contaminado por el horror, usando argumentos derivados de un macabro conteo de cadáveres.
El horror del discurso de Hassan Nasrallah, quien condena a Egipto por no dejar abierto el pasaje de Rafah aunque esto haría al Sinaí un refugio palestino y ampliaría el campo de batalla.
El horror del mismo Nasrallah en sus reiteradas alocuciones a los combatientes de Hamas desde el inicio del conflicto terrestre a matar a la mayor cantidad de soldados Israelíes posible y así obtener otra "victoria divina", en cada aspecto tan falsa como su propia "victoria" durante la guerra que arrasó el Líbano en el verano del 2006, la cual también nombró "divina".
El horror de Egipto que invoca la legalidad para velar su apatía: El acuerdo internacional estipula que las personas sólo pueden cruzar el puesto fronterizo en Rafah si es controlado por la Autoridad Palestina con los representantes de la Unión Europea y con el consentimiento de Israel. Pero después de su golpe de estado Hamas expulsó a la Autoridad Palestina de Gaza, causando que la Unión Europea retirase a sus oficiales.
El horror de ciertos estados Árabes: Egipto, Arabia Saudí y los Emiratos, que se superan el uno al otro en enviar equipos médicos a Rafah, distribuyéndose a los heridos entre ellos para compensar por su impotencia y calmar sus conciencias a un bajo costo.
El horror de la escandalosa Fatwa invocada por los auto-proclamados doctores de la ley que privaron al oficial egipcio matado por balas palestinas en Rafah del status de mártir.
El horror de la manera en la cual Egipto celebra a su profanada víctima vistiendo sus restos en la sagrada mortaja de un mártir.
El horror del retrasado debate en la noción del shahid, o mártir. El mundo Árabe e Islámico participa en este debate, cuando de hecho hay muertos y heridos de guerra. No son sacrificios de Dios sino víctimas de los hombres, de sus mediocres e incompetentes líderes que ignoran las más rudimentarias técnicas de la guerra y la política.
El horror encendido por la cadenas de Televisión Árabes (en particular Al-Jazeera) el cual hace un complaciente zoom en rostros sangrientos y desfiguradas que están algunas veces contraídos de dolor y otras inertes. Estas imágenes se suceden una a la otra de acuerdo a la mórbida lógica edición diseñada para excitar a la opinión Árabe, la cual es desconsolada en su identificación con los palestinos. Al recurrir a sentimentalismos, tales medios evitan el análisis político y estratégico el cual debería mostrar que mucho del problema se origina de Hamas, de su golpe de estado, su mezcla de religión y política, su voluntad de mostrarse como una víctima expiatoria, la dramatización involuntaria de su incompetencia política y militar y su imprudencia en exponer a sus tropas y gente a la muerte. Hamas usa el culto al mártir para pasa esta muerte como legítima, disfrazándola de instrumento de conquista. Al hacerlo oscurecen el horizonte de modernidad política construida en base a la cooperación y en concesiones que favorecen la cooperación, si no la reconciliación.
El horror del martirio fue más terriblemente ilustrado por la decisión del líder de Hamas Nizar Rayyan de quedarse en casa con sus cuatro esposas y once hijos aunque había sido informado que su residencia figuraba entre los cientos de objetivos listados por las fuerzas israelíes de defensa. A pesar de saber esto, decidió exponerse a sí mismo y a su familia al martirio colectivo. Su casa fue volada por los terribles misiles que, después de volar en una trayectoria horizontal, giraron en ángulo recto y se enterraron a treinta pies debajo de la superficie de la tierra donde estallaron, pulverizando todo a su alrededor.
El horror de Mahmund az-Zahar, uno de los líderes militares de Hamas, prometiendo la "victoria" en las batallas callejeras en el tercer día de la ofensiva terrestre. Esta victoria que, en sus palabras "vendrá con el permiso de Dios" (bi-izhni 'llah), no vendrá en modo alguno, porque el Dios al que invoca no puede ser convocado. El no se presentará, tal como no estuvo presente en los peores desastres que confundieron a aquellos que creyeron que estaría, independientemente de su religión. Ellos deberían Saber que un Dios así nunca haría nada más de lo que los hombres hacen. Será conspicuo por su ausencia, así que aquellos que lo adoren pueden medirse a sí mismos contra la ordalía y la duda a la cual se someten por la intensidad de su fe.
El horror del culto de la Tecnología, Simétrico al culto del mártir, ilustrado por la satisfecha sonrisa de Tzipi Livni en el Palacio del Elíseo al lado del Presidente Nicolás Sarkozy y su colega Bernard Kouchner, una sonrisa de política de sociedad mientras niños y mujeres morían bajo bombas de alta precisión. La Sra. Livni usó la oportunidad para declarar que no había necesidad de aceptar el "cese al fuego humanitario" propuesto por sus anfitriones.
Y aun otro horror se carga sobre Tzipi Livni, quien durante la ofensiva terrestre de su ejercito afirmó que era imposible incurrir en víctimas civiles porque los milicianos de Hamas se mueven libremente entre el populacho.
Tales horrores se agregan al Horror de Hamas que toma a la población de rehén haciéndola lo que -en referencia a la jihad o "guerra santa"- llama "recurriendo al escudo humano".
El horror por el cual la prensa Israelí no hace nada para mitigar, criticando por adelantado la inefectividad de esta guerra y comparándola con la guerra de Líbano contra Hezbollah. Ciertos columnistas piensan que de hecho, esta guerra no logrará su objetivo (deslegitimar si no debilitar a Hamas). Es cierto que se requiere otra clase de guerra para derrotar a Hamas, una guerra de ideas y de confrontación ideológica que -¡lástima! - difícilmente se ha iniciado y que está lejos de ser ganada.
El horror de la declaración checa en nombre de la Unión Europea afirmando que Israel está defendiéndose legítimamente y así absolviéndolo de crímenes de guerra ¿Qué decir de los 256 niños muertos entre los 850 palestinos ya fallecidos después de dos semanas de lucha?
Un horror adicional a señalar al Presidente G. W. Bush (quizás el último en sus ocho años en el cargo) quien reiteró que Israel tiene el derecho a "protegerse a sí mismo" removiéndolo así de la sospecha.
Tales eventos actualizan el grito que Joseph Conrad puso en la boca de su criatura Kurtz, con el cual "El Corazón de la Oscuridad" finaliza: "¡El horror! ¡El horror!" Ciertamente. lo que los humanos han tenido en común en los imperios coloniales y en la era de la globalización, desde el tiempo del siglo 19 a la primera década del 21, es en primer lugar sobre todo, el horror.
Tal muestra de horror es pornográfica, coronando a Thanatos y deponiendo a Eros y privilegiando el principio de muerte sobre el amor a la vida, suspendiendo la renuncia y la reserva que hacen a la civilización lo que es y acelerando la llegada de una barbaridad destructiva e instintiva que, en el dar primacía a la violencia, esparce la muerte y transforma áreas pobladas en ruinas y cementerios.
Interesante y lúcido artículo que se aparta de cualquier simpleza o parcialidad, aquí otras opiniones:
- La Grotesca Ironía de Gaza, por Robert Fisk
- When it comes to Gaza, leave the Second World War out of it, por Robert Fisk
- El Nuevo Holocausto, por César Hildebrandt
- Criminales de Guerra, por César Hildebrandt
Blogalaxia:gaza, guerra, horror, palestina, política
Technorati:gaza, guerra, horror, palestina, política
Agregar a marcadores favoritos:
Entradas
0 comentarios:
Publicar un comentario